lunes, 2 de agosto de 2010

(( En CASABIERTA se pudo demostrar que con el arte, la palabra y la creación de colectivos, se puede vencer el miedo y la soledad)



CASABIERTA 2010 en Platohedro.*


Hace mucho rato que la muerte se instaló en Medellín y al parecer no se quiere ir. Y llegó y se quedó por varias causas concretas que muchos pretender ocultar. Éstas causas son muy complejas, pero se pueden esbozar a grandes rasgos así: 1) El conflicto armado —cuyo origen es la lucha por la tierra, la exclusión social, la inequidad y la política represiva del Estado; hechos todos, que se han prolongado por los intereses de oligarquías desde la época de Gaitán hasta hoy— ha generado grandes desplazamientos de miles de personas que huyen del hambre y la violencia buscando una nueva vida en Medellín, donde generalmente encuentran más miseria y desolación. 2) El triunfo de las políticas neoliberales que se implantaron con mayor eficacia en la década de los 90, acabando con cualquier vestigio de algún interés por lo público, donde la educación, la salud y todas las garantías sociales se volvieron un negocio más para el lucro de los dueños del capital. Y 3) La prohibición puritana de la droga que engendró la mafia del narcotráfico. La vida mafiosa al encontrar una sociedad fracasada llena de desempleo, pobreza y manipulación mediática, encontró el terreno más propicio para sembrar sus raíces. La lucha por el monopolio del negocio de la producción y distribución de las drogas prohibidas por la sociedad de la hipocresía, inició un espiral de muerte descomunal que aún no se ha acabado.


De tal manera que estas causas explican porque la muerte en Medellín sigue rondando las calles. Hace un año, por esta época escribí un artículo titulado Medellín entre la vida y la muerte, una mirada a los últimos 20 años de nuestra ciudad, entre varias cosas allí escribí lo siguiente: “Si algún extranjero ve alguna película, como La vendedora de rosas, La virgen de los sicarios, Sumas y restas o cualquier otra del mismo estilo, descubre que en Medellín han predominado y siguen predominado la muerte, las mafias, la inequidad y mucha hambre. Y claro, tal vez no encuentre con igual facilidad, la película donde pueda ver que en Medellín la vida sigue con sus múltiples e inagotables fuentes, que la esperanza, la lucha, la resistencia a la tiranía, y la construcción de colectivos que buscan la dignidad y la libertad, persisten… Pero por lo pronto, aquel extranjero sabrá, que en Medellín aún se vive con mucha intensidad el temor que produce la increíble proximidad entre la vida y la muerte.” Pues bien, hace poco tuve la feliz oportunidad de participar en una apuesta por la vida, pude constatar que la construcción de colectivos que buscan la dignidad y la libertad si persisten. Un bello y mágico lugar llamado Platohedro, un taller de sueños convocó a diferentes organizaciones, a centenares de jóvenes de Medellín y de otros lugares de Colombia, para que en una CASABIERTA, por medio de las palabras, de las imágenes, de la música, de los colores, se hiciera memoria crítica sobre la historia del país, se develaran los interese mezquinos de la guerra y se afirmara la vida.

Yo tuve la oportunidad de aportar algunas palabras, pero más que todo fui como un espectador, ese día, después de la conferencia comprendí que en esa casa escuchaban serenamente las palabras, porque todos estaban seguros y orgullosos de que no sólo escuchaban discursos pasivamente, si no que ya, estaban todos en la acción, en la creación. Tres días después regresé a observar el lanzamiento del proyecto Moción de Claridad, el bazar de colectivos juveniles y el concierto de la música que cantaba a la libertad y a la dignidad. Ese día salí de allí, pensando que en ese espacio de Medellín la vida estaba triunfando. Si, estaba ganando la vida… En CASABIERTA se pudo demostrar que con el arte, la palabra y la creación de colectivos, se puede vencer el miedo y la soledad.


El panorama tan desolador que padecemos y que describí sumariamente al principio de este escrito, sigue imponiéndose, lamentablemente esa es la situación. Y precisamente por eso, experiencias como la de CASABIERTA se tendrán que prolongar, y así será, estoy seguro de ello. Nuestra lucha por la vida, no tiene vuelta atrás.


Frank David Bedoya Muñoz.

Historiador.

Medellín 1 de agosto de 2010.



Platohedro agradece a tod@s l@s que hicieron posible este encuentro, por que
Otro mundo mejor, Sí es posible!!!


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LANZAMIENTO MOCIÓN DE CLARIDAD domingo 18 de julio de 2010